lunes, 3 de febrero de 2020

El equipo Sportí comienza la temporada de obstáculos en Llocnou⏬

Un día capicúa (02.02.2020) que no imaginaba fuera tan divertido. 


Tras desayunar entre bostezos y batidos espesos, quedamos como siempre en la entrada del gimnasio, madrugadores todos, a las 8:20h de la mañana. Tras distribuirnos "ecológicamente" en los coches, Yolanda, Patri, el conductor y yo tomamos rumbo a Llocnou de Sant Jeroni en el bicharraco de Brayan, siguiendo al coche de mi entrenador, al puro estilo camarote de los hermanos Marx.
Tras 1 hora de risas, hidratación y pachangueo, nos llaman los de delante diciendónos que nos hemos pasado la salida y las mujeres (primeras en salir a correr) llegan justitas a la salida. Aprétale!! Las mujeres no eran las únicas que llegaban justitas, también Brayan y yo llegábamos "justos", solo que nosotros al baño, o en este caso, a los campos de naranjos... tras semejante momento Allbran, cualquier obstáculo en el camino se haría más llevadero.

Y así fue, obstáculos superados con éxito y buen ritmo de carrera hasta llegar a los temidos combos finales. Llegaba bien de fuerzas y motivado, pero el chain grip acabó con mi energía, con mi paciencia y con mis esperanzas de poder superar todos los obstáculos de la carrera. Sin embargo, no hay ánimo que el apoyo de mi equipo y de mi chica no pueda levantar.
Ivi segundo en su categoría, Nacho primero en la suya, pero aparecía como descalificado en el listado oficial... según la organización no había podido pasar el pegoard correctamente, "pa" flipar. Pero Nacho es un tío que se lo toma todo con filosofía y una gran sonrisa, y por supuesto, el cachondeo ya estaba instalado en el equipo y siempre lo recordaremos como el tramposo del pegboard.

El verdadero obstáculo estaba por llegar, encontrar restaurante!!!
Después de patear dos centros comerciales e intentar comer en el Foster's (toda una tradición), acabamos en el único que tenía siti para los 12, un Wok. Y bueno, la verdad es que no estuvo mal. Y ver a Danifit comerse una docena de profiteroles con su correspondiente baño de chocolate líquido es una auténtica experiencia religiosa (luego lo compesaría por la noche con un MacDonalds ligerito).

Al volver, quedamos en Bonaire para echar unos bolos, previo leve percance con el mercedes de Eletocha. Cosas que pasan... casualmente iba acompañada de Nacho... no quiero decir nada más, pero ese día Nachito estuvo involucrado en todo los "fregaos".
Con la partida de bolos en la palma de mi mano, hice una última tirada penosa, y acabó ganándome Brayan, que tengo que decir que tenía mucho flow al lanzar la bola.

Y como suele decirse mucho, ya estaría! Habíamos "echado" un día realmente divertido, acompañado de gente que ya considero parte de esa familia que se elige. Así que debo de haber elegido muy bien, porque estoy muy agradecido de formar parte de esta gran familia Sportí.